miércoles, 18 de marzo de 2009

Salud, dinero y amor (o: ¡Me equivoqué de discurso!)


Declaraciones del Papa Benedicto XVI en Camerún, África, continente donde vive más del 70% de los 33 millones de portadores del HIV y el 90% de los niños infectados:

"No se puede combatir el SIDA con preservativos. Al contrario, su uso agrava el problema"

Esto es como decir que no se puede combatir el contagio a un inmuno-deprimido usando barbijo, o las infecciones en una operación a partir de la asepsia. ¿Se lavará las manos el Papa antes de comer, o pensará que eso agrava el riesgo de contraer una enfermedad? ¿Habrá recibido alguna vez una vacuna?

También dijo que el SIDA no se combate sólo con dinero. Según él se vence con una "humanización de la sexualidad, una renovación espiritual, que comporta una nueva forma de conducta de unos con otros"

"Esa capacidad de sufrir con los que sufren es la respuesta que ofrece la Iglesia"
También dijo: "...en un momento de global escasez de comida, de confusión (?) financiera, de cambios climáticos [...] un número creciente de sus habitantes es presa del hambre, de la pobreza, de la enfermedad"

Magra la oferta de la Iglesia y de prevención... ¡ni hablar! Pero bueno, si de compartir sufrimiento se trata, nos imaginamos que con los cardenales, arzobispos y obispos, ayunarán por lo menos una semana al mes para acompañar.

Haciendo un paréntesis, debo decir que acá en Argentina, la Iglesia está en la etapa anterior, como es la de ayudar a quienes crean más sufrimiento. ¡Somos más lentos!

Por último, lo de que no se combate sólo con dinero, diría que es para pensarlo, ya que ¡hay tantas cosas que se combaten con dinero!

Digo yo: como Carlitos, ¿el Papa no se habrá equivocado de discurso? Porque lo que declaró se adapta más a esto último.

En fin... ¡Dios nos perdone! (a todos).

Aclaración: el de la foto al comienzo, aunque se parece a Benedicto XVI, es Rodolfo Sciammarella, autor del vals "Salud, dinero y amor", que da nombre a este post.

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