viernes, 22 de mayo de 2009

El derecho de las bestias (o: Atila en Internet)

Con ¿sorpresa? asistimos en estos días a una muestra más, esta vez explícita, obscena, de que para los principales medios "independientes" de nuestro país las cosas deben ser del color del cristal conque ellos las miran.

Hasta ahora, el método más utilizado fue ignorar al peligroso, al disidente ideológico fundamentado, desterrándolo de sus menciones en sus escritos o de sus pantallas. Digamos, para ser acordes con su ideología, transformándolo en un "desaparecido" de los medios.

El problema, nuevo para ellos, es que en el espacio de la web aparecieron en muy corto tiempo miles de "subversivos" que exponen en sus blogs las miserias de estos "informadores de la gente", muchas veces a partir de los documentos generados por ellos mismos y eso jode porque es como un cuzco que te viene mordiendo los talones constantemente. En algún momento se te hinchan las tarlipes como a Buzzi y reaccionás como D'Elía, aunque la gran virtud de éste es que lo hace ante un insulto, frente a todos y con el puño, mientras que los medios lo hacen en forma solapada como los delincuentes y con métodos menos directos, más tenebrosos y dañinos porque involucran el intento de amordazar la libertad de expresión en un medio libre y masivo como Internet.

Esto pasa porque los medios quedaron muy atrás en la utilización de esta nueva forma de expresión, que no les asegura hoy por hoy la rentabilidad esperada. En consecuencia lo denigran, lo ignoran y recién ahora que los talones se les están poniendo morados se dan cuenta de su potencial poder. Y como los viejos empleados ejemplares no se adaptan a la tecnología y no tienen cuadros nuevos preparados para adecuarse a este marco, sus armas de debate son la subestimación, el desprecio y la censura.

Y así nos encontramos conque penetran en lugares permeables a sus intenciones como si fueran Atila, destruyendo o amenazando destruír todo lo que se les opone, en este caso blogs personales sin fines de lucro.

Es irónico que los mismos censores son los que convocan a la gente a mandarles documentos audiovisuales de hechos que pueden ser noticia, sin que se les ocurra que de esa manera ellos practican, con fines de lucro, lo que por otro lado combaten.

Parece que estos gendarmes de las ideas no vieron "Farenheit 451", donde la gente memoriza los libros cuando se queman para transmitirlos oralmente hasta que se puedan volver a imprimir. En Internet los videos se pueden bajar y compartir para usarlos cuando haga falta. E Internet es un monstruo de mil cabezas que no se pueden cortar.

Sepan que como Atila, su victoria puede ser pasajera, pero la derrota final está asegurada.

4 Interpretaciones:

Jota Jota Russó dijo...

"Y como los viejos empleados ejemplares no se adaptan a la tecnología y no tienen cuadros nuevos preparados para adecuarse a este marco, sus armas de debate son la subestimación, el desprecio y la censura".

Ahí diste en el clavo. Los viejos empleados ejemplares no se adaptan a la tecnología... ni a nada. El discurso de algunos parece de la época de la guerra fría.

Leer blogs es mucho más sensato que leer el diario.

Surito dijo...

Jota Jota: sí, el discurso de los dinosaurios es cada vez más rabioso.
Además, en los blogs encontrás más datos de un mismo tema.
Un saludo y gracias por pasar.

Ester Lina dijo...

Los medios atacan a los blogs porque dicen que informan sin fundamento que avale sus "verdades" como si los grandes pulpos mediáticos sí los tuvieran...
pERO BIEN SABEMOS QUE SI DE ALGO TE QUERÉS ENTERAR, VAS A LOS BLOGS, Y TENÉS LA NOTICIA MÁS LOS COMENTARIOS, EN LOS QUE UNO PUEDE DESCUBRIR VARIAS INTERPRETACIONES O RAZONAMIENTOS SOBRE EL TEMA.
Por eso entro a los blogs, y por eso pienso que es al cohete que intenten censurarlos, porque tarde o temprano, todo se sabe, por una vía o por otra...
Saludos

Surito dijo...

MONA: no pudieron hacerlo los países más avanzados... Además, por ejemplo en EE.UU. el Congreso proteje la libertad de expresión en Internet. Acá deberíamos hacer lo mismo con estas actitudes.
Un saludo.