Pensaba que cuando, por ejemplo, una figura artística prohíbe jurídicamente a los medios tomar fotos de su hijo recién nacido por cualquier motivo atendible, los medios deben acatar la resolución o enfrentar las consecuencias, lo que marca claramente quién es el dueño de las imágenes.
En el caso de un funcionario público, su imagen y su palabra son propias, y las da gratuitamente con el único interés de su trascendencia (un funcionario público no las podría cobrar). De este modo se establece un pacto tácito entre el medio y el funcionario: "yo vengo, hablo gratis y vos difundís la imágen y la palabra, porque es mi deber y me conviene". Tanto es así que algunos van más allá y pactan hasta las preguntas y las respuestas.
El funcionario sabe y acepta, que ese medio lucrará con el material a cambio del favor recibido. Hasta acá todo bien.
Pero ¿qué pasa cuando el medio restringe la reproducción de ese mensaje (teóricamente para toda la población sin restricciones salvo el ánimo de lucro), y censura a algunos, aunque no tengamos fines de lucro y citemos la fuente, como somos los poseedores de un blog?
La imagen ya ha sido emitida, por lo cual no hay costos extra que reclamar. Tampoco hay fines de lucro. ¿Qué perjuicio económico sufre el medio? Ninguno.
Eso sólo nos deja la verdadera intención de la censura: el interés extraeconómico, el interés político empresario, el cuidar la imagen del funcionario.
Y eso conspira contra los objetivos pactados por el funcionario, ya que lo que dio gratuitamente sólo va a parar a los que consuman ese medio. Eso significaría que de no expresarse en contra, favorecería la preminencia de ese medio en perjuicio de los demás y además de toda la población a la que se debe, por ser quien le paga su sueldo de funcionario. Salvo que éste por sobre todo lo anterior no tolere los disensos.
Siguiendo el razonamiento, alguien debería preguntarle si le permitiría a los blogs exponerlas sin fines de lucro y citando la fuente. De esta manera se preserva al medio de ser el único beneficiado económicamente y a todo el pueblo de que su representante sea realmente democrático en sus exposiciones.
Espero no haber oscurecido con la reflexión, pero me quedé atragantado con el post anterior y además quincuagenario y con insomnio, ¿qué quieren, frambuesas?
El funcionario sabe y acepta, que ese medio lucrará con el material a cambio del favor recibido. Hasta acá todo bien.
Pero ¿qué pasa cuando el medio restringe la reproducción de ese mensaje (teóricamente para toda la población sin restricciones salvo el ánimo de lucro), y censura a algunos, aunque no tengamos fines de lucro y citemos la fuente, como somos los poseedores de un blog?
La imagen ya ha sido emitida, por lo cual no hay costos extra que reclamar. Tampoco hay fines de lucro. ¿Qué perjuicio económico sufre el medio? Ninguno.
Eso sólo nos deja la verdadera intención de la censura: el interés extraeconómico, el interés político empresario, el cuidar la imagen del funcionario.
Y eso conspira contra los objetivos pactados por el funcionario, ya que lo que dio gratuitamente sólo va a parar a los que consuman ese medio. Eso significaría que de no expresarse en contra, favorecería la preminencia de ese medio en perjuicio de los demás y además de toda la población a la que se debe, por ser quien le paga su sueldo de funcionario. Salvo que éste por sobre todo lo anterior no tolere los disensos.
Siguiendo el razonamiento, alguien debería preguntarle si le permitiría a los blogs exponerlas sin fines de lucro y citando la fuente. De esta manera se preserva al medio de ser el único beneficiado económicamente y a todo el pueblo de que su representante sea realmente democrático en sus exposiciones.
Espero no haber oscurecido con la reflexión, pero me quedé atragantado con el post anterior y además quincuagenario y con insomnio, ¿qué quieren, frambuesas?
2 Interpretaciones:
Aplaudo tu propuesta. Debiéramos pedir autorización para que los blogs expongan fotos y videos sin fines de lucro y citando la fuente. Esto es más equitativo, para con los medios de difusión, los blogs y el derecho de los usuarios a la información.
Y sí! quiero frambuesa ¿hay?
Jajaja. ¡Nunca le creas a un tipo con insomnio!
Un abrazo.
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