La "globalización" es a mi juicio uno de las últimas, brillantes, ideas-fuerza de las grandes potencias occidentales para introducir sus políticas de avasallamiento económico, político y cultural y ocultar las consecuencias que las mismas acarrearían principalmente a los países más pobres, víctimas directas de esas políticas.
Así se han llegado a justificar hechos como que porque EE.UU. invada ilegalmente Afganistán e Irak, sólo por su interés, nosotros debamos pagar más caro los combustibles o el gas o la luz, o que para evitarlo el gobierno deba pagar más subsidios a las empresas, extranjeras por supuesto, que los proveen. Una especie de "seguro de servicios".
Pero también trajo algunas cosas positivas, como el avance en las comunicaciones, el acceso a la tecnología de punta (ahora nos llegan el último i-phone, la última consola de videojuegos) o la poca bola que te dan cuando hecés un reclamo a las telefónicas, a la distribuidora de gas o al proveedor de Internet. Todo gracias a la globalización.
Y antes de introducirme en el tema de este post, me gustaría contar que hace un tiempo por canal Encuentro un artista explicaba que el arte minimalista era parte de esa globalización asesina de la identidad: allí se evitan las identificaciones con cualquier país o cultura, todo es neutro. Y daba como ejemplo que un sombrero mexicano no podría nunca ser parte de un cuadro minimalista. Y suponía que al pueblo mexicano le importaba un carajo, con razón, el arte minimalista, y seguían orgullosos de usar el sombrero que los identifica en todo el mundo.
Y acá en nuestra Argentina, ese efecto se puede ver además en campos tan disímiles como lo son aparentemente la política y el deporte.
En la política vemos candidatos que están orgullosos de no venir de la política, de no tener identidad por no tener antecedentes en ese campo.
Por otro lado en el fútbol pasa lo mismo, y parece que ya no hace falta tener experiencia exitosa en el cargo para ser técnico de la selección nacional de fútbol.
Y en ambos casos los argentinos asistimos aparentemente complacientes a este minimalismo nacional, como lo hemos hecho en otros casos con otros minimalismos más trágicos.
No es mi intención comparar los casos anteriores a este último por supuesto, pero sí criticar la actitud ante la sustracción de la identidad, que se da en muchos planos: por ejemplo hoy un juez que ha demostrado avanzar en las investigaciones sobre contrabando de drogas, si tres o cuatro traficantes o consumidores le meten 38 pedidos de juicio político, antes de que el Consejo de la Magistratura se expida pasa a quedar inhabilitado por cualquier sospechoso con guita, para citarlo como imputado. O en otro plano, perder a 3.000 metros de altura por un escandaloso 6-1 o por un "decoroso" 2-0 sin estilo, se justifica con un "no se dio".
Como dice el tango: "Si la barba hasta a Cristo se la han afeitáo"
En fin... minimalismo "a la argentina", pero ¡qué pena!
Así se han llegado a justificar hechos como que porque EE.UU. invada ilegalmente Afganistán e Irak, sólo por su interés, nosotros debamos pagar más caro los combustibles o el gas o la luz, o que para evitarlo el gobierno deba pagar más subsidios a las empresas, extranjeras por supuesto, que los proveen. Una especie de "seguro de servicios".
Pero también trajo algunas cosas positivas, como el avance en las comunicaciones, el acceso a la tecnología de punta (ahora nos llegan el último i-phone, la última consola de videojuegos) o la poca bola que te dan cuando hecés un reclamo a las telefónicas, a la distribuidora de gas o al proveedor de Internet. Todo gracias a la globalización.
Y antes de introducirme en el tema de este post, me gustaría contar que hace un tiempo por canal Encuentro un artista explicaba que el arte minimalista era parte de esa globalización asesina de la identidad: allí se evitan las identificaciones con cualquier país o cultura, todo es neutro. Y daba como ejemplo que un sombrero mexicano no podría nunca ser parte de un cuadro minimalista. Y suponía que al pueblo mexicano le importaba un carajo, con razón, el arte minimalista, y seguían orgullosos de usar el sombrero que los identifica en todo el mundo.
Y acá en nuestra Argentina, ese efecto se puede ver además en campos tan disímiles como lo son aparentemente la política y el deporte.
En la política vemos candidatos que están orgullosos de no venir de la política, de no tener identidad por no tener antecedentes en ese campo.
Por otro lado en el fútbol pasa lo mismo, y parece que ya no hace falta tener experiencia exitosa en el cargo para ser técnico de la selección nacional de fútbol.
Y en ambos casos los argentinos asistimos aparentemente complacientes a este minimalismo nacional, como lo hemos hecho en otros casos con otros minimalismos más trágicos.
No es mi intención comparar los casos anteriores a este último por supuesto, pero sí criticar la actitud ante la sustracción de la identidad, que se da en muchos planos: por ejemplo hoy un juez que ha demostrado avanzar en las investigaciones sobre contrabando de drogas, si tres o cuatro traficantes o consumidores le meten 38 pedidos de juicio político, antes de que el Consejo de la Magistratura se expida pasa a quedar inhabilitado por cualquier sospechoso con guita, para citarlo como imputado. O en otro plano, perder a 3.000 metros de altura por un escandaloso 6-1 o por un "decoroso" 2-0 sin estilo, se justifica con un "no se dio".
Como dice el tango: "Si la barba hasta a Cristo se la han afeitáo"
En fin... minimalismo "a la argentina", pero ¡qué pena!
1 Interpretaciones:
ice que el diario "faltó a la verdad" en una nota
Gobierno de EE.UU desmintió a Clarín y le envió una nota a Kirschbaum
Nota a Clarin
20:00 (12 Jun)- El Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió hoy un comunicado donde expresa su "objeción en los términos más duros posibles", una nota publicada por el diario Clarín en la que Marcelo Bonelli afirma que la Argentina "no estaba en la agenda" de los Estados Unidos "por la posición de su Gobierno". Según la nota oficial del gobierno norteamericano, "las citas textuales atribuidas son absolutamente falsas y fueron publicadas sin estar basadas en la verdad" LEER NOTA OFICIAL
Los firmantes de la declaración son el subsecretario de Estado adjunto principal de Asuntos del Hemisferio Occidental, Craig Kelly y el director para Asuntos del Hemisferio Occidental, Milton Drucker -ambos del Departamento de Estado-, quienes sostienen que "nos sentimos defraudados ante el hecho de que no hubo ningún intento de contactar a los participantes de Estados Unidos para confirmar las citas atribuidas a ellos. Esperamos que esta práctica sea corregida en el futuro".
El documento completo, describe textualmente lo siguiente:
"Escribimos para expresar nuestra objeción, en los términos más duros posibles, a la nota "El gobierno busca el apoyo del Tesoro Norteamericano", que apareció el 12 de junio en la edición de Clarín. Las citas textuales atribuidas son absolutamente falsas y fueron publicadas sin estar basadas en la verdad.
Estamos totalmente en desacuerdo con la malinterpretación de nuestra conversación con representantes de la Unión Industrial Argentina (UIA). De hecho, valoramos enormemente la fuerte relación que tenemos con el Gobierno de Argentina, el que está basado en objetivos compartidos, valores e intereses comunes.
Nuestras dos naciones desarrollaron una relación positiva y productiva construida sobre nuestro compromiso compartido por los valores de la democracia y derechos humanos. Nuestras relaciones cubren un vasto ámbito de áreas de mutuo beneficio, incluyendo seguridad regional, contra terrorismo, interdicción de drogas, no proliferación y misiones para el mantenimiento de la paz de Naciones Unidas.
Hemos reiterado públicamente, nuestro deseo de mantener y de fortalecer esas relaciones, y de aumentar la cooperación en áreas de educación, energía renovables, y ciencia y tecnología. Nuestro compromiso de hacerlo, es manifestado en nuestro diálogo de alto rango, el cual resultó en cuatro acuerdos bilaterales y nuestro continua cooperación en tales foros multilaterales como Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y el G20. Nuestro encuentro con la UIA, a su pedido, proveniente de nuestro deseo de buscar lazos más fuertes con la comunidad de negocios de la Argentina.
De hecho, nosotros planeamos viajar a la Argentina en los próximos meses para continuar estas discusiones con el gobierno y el sector privado, las cuales apuntan a fomentar oportunidades para compañías argentinas y estadounidenses, en el medio de la crisis económica global. Nuestro deseo de desarrollar lazos más cercanos con el sector privado argentino y las organizaciones civiles, es un natural complemento de las acciones que venimos tomando para reforzar y expandir nuestra relación existente y fuerte con el Gobierno de Argentina.
Tenemos una relación de largo tiempo con Clarín, un periódico de gran reputación y bien establecido, y nos sentimos defraudados ante el hecho de que no hubo ningún intento de contactar a los participantes de Estados Unidos para confirmar las citas atribuidas a ellos. Esperamos que esta práctica sea corregida en el futuro".
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