sábado, 29 de noviembre de 2008

... pianté del barro al asfalto (o: Rezá pero seguí remando...)

En este artículo de contratapa de Crítica de la Argentina, el setentista borocottiano Martín Caparrós nos cuenta sobre la incomodidad que le produce la consigna: "El pueblo/ unido/ jamás será vencido".

Para ello nos introduce, con estilo testimonial, en una manifestación en la ciudad de México, formada por miles de caras "
aindiadas todas", que conmemoran "el segundo aniversario del "gobierno legítimo" -que proclamó el ex candidato López Obrador cuando dijo que le habían robado la elección a presidente- y repudian los proyectos de privatización del petróleo", donde lo que más escucha repetir es la incomodante consigna: "El pueblo/ unido/ jamás será vencido".

Como ha escuchado "el eslogan" con distintos acentos en las últimas décadas, se interesa en su historia y nos cuenta que leyó que es "
un invento de Jorge Eliécer Gaitán, el líder populista colombiano asesinado en el Bogotazo de 1948 y de allí pasó -no queda claro con qué escalas- a la Unidad Popular de Salvador Allende en Chile". Pero este punto oscuro nos lo ilumina a continuación con su brillante pluma el autor, ahora en un estilo "testimonial mediático": "Algunos arguyen que, como la hija de Gaitán fue amante de Allende, la ruta está muy clara pero, por supuesto, no hay ninguna prueba". Así llega a Chile y se propaga por todo el continente. Clarito.

Lo primero que lo incomoda es la palabra "
pueblo", para él un concepto "materia de muchas discusiones (setentistas), que terminaron como todo el resto", pero que de cualquier manera los que cantan "el eslogan" no representan, ya que "cuando se oye esa consigna, suele escucharse otra que la explica o supuestamente justifica: "Si éste no es el pueblo/ ¿el pueblo dónde está?""

Por eso, "
cada vez que lo oigo -"El pueblo/ unido/ jamás será vencido"-, en la Argentina o en el resto de Sudaquia, el escozor me empieza en los pulgares, trepa, trepa".

¿A qué se debe tal particular forma de sentir incomodidad?, nos preguntamos. "
La razón es sencilla: siempre -digo siempre- los pueblos que escuché entonando ese estribillo sí fueron vencidos. Digo: siempre me pareció la consigna más falaz, la más insensible a las evidencias de la realidad. Y, sin embargo, sigue ahí".

Su conclusión es que la consigna es un eslogan que la izquierda se empecina en mantener y que habría que repensar las cosas a partir de la evidencia de la absoluta derrota.

¿Su propuesta?. Bueno... ¡yo les transcribo lo que dice!: "
Que empiecen por no mentir, que no sean el don de un iluminado sino búsqueda colectiva, que no ofrezcan un modelo cerrado sino la posibilidad de la crítica constante, que no pretendan conocer la verdad revelada sino definir el deseo, la voluntad, aspiraciones. Que permitan cantar cosas como: "El pueblo/ ¿unido?/ siempre ha sido vencido./ Por eso,/ por eso,/ pensemos algo nuevo"".

Hasta aquí la nota. Acá va mi interpretación.

Al comienzo nomás, el "indudable" Caparrós deslegitima la proclama de fraude en las elecciones presidenciales mexicanas de 2006, evidentemente documentado si es que esa historia alguna vez ha sido de su interés. Digamos que el presidente electo Calderón obtuvo el 35,89% de los votos frente al opositor López Obrador que logró el 35,31%. La diferencia fue de unos 244.000 votos sobre un total de 42.000.000, con cuestionamientos como éste. Lo de la privatización del petróleo no necesita aclaración para los argentinos, pero nos muestra la ideología de cada candidato.

En el segundo párrafo, a pesar del secreto de las fuentes, nos enteramos qué lee Caparrós cuando le interesa la historia de algo, al menos cuando informa para su lector "promedio". Por supuesto la versión en inglés, ya que en la versión española no llegamos a esto (¿wikicensura?), que nos presenta al líder "populista" y que aconsejo leer para ver el perfil de las fuentes donde abreva el incomodado Martín.

Y "googleando" 30 segundos más, hallamos las pilas de la "linterna mediática" con la que nos muestra el camino por el que llegó a Chile... arguyen algunos. El Osito Maipo no lo hubiera dicho mejor.

Del resto, podemos ver que, o no tiene una idea concreta de qué es "el pueblo" (¿tal vez sí "el campo"?), o no nos la quiere decir para no apabullarnos con su sapiencia, por una cuestión de humildad.

Siguiendo sus fuentes, en 20 segundos hallamos esto (¿tal vez la fuente de tu inspiración?). Y sin tu humildad, te voy a decir qué interpreto.

Supongo que estarás de acuerdo con el artículo 21 de la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, que la voluntad del pueblo se expresa en elecciones periódicas y de sufragio universal. Eso quiere decir que, si las elecciones fueron legítimas, los elegidos representan los intereses de la mayoría de los votantes. Los votantes que no ganaron, deberán exigirle a sus elegidos que cumplan con lo que les corresponde, de acuerdo al sistema de gobierno.

A partir de allí, cualquier manifestación "populista", aunque los incomode a Mac Luhan, a vos y a tantos otros, constituye una expresión del pueblo si los votantes contribuyeron con su voto al triunfo de su candidato. Hoy, acá, en esta parte de Sudaquia, las manifestaciones que más representativamente pueden llevar esa consigna, como casi siempre, son las que eligieron a Cristina Fernández de Kirchner. Que le vachaché.

Lo que no entienden los Mac Luhan, vos "et alia", es que la historia de Sudaquia, de la que renegás, es de islas de democracia en un mar de golpes de estado, lo que nos desarrolló esta sed de manifestarnos para expresar los intereses, las ilusiones, las esperanzas de los que no se resignan a un destino injusto sin luchar, sabiendo que la batalla es larga y desigual, pero con la dignidad del que no prostituye sus ideas por el favor material, el lauro "académico" o los elogios fáciles de los lectores "promedio".

Es el problema de aplicar las definiciones enlatadas sin tener en cuenta las particularidades locales.

Pero para vos la consigna es un eslogan, que por definición es para obtener resultados a corto plazo, cosa que parece no captaste, por eso te incomoda "El pueblo/ unido/ jamás será vencido". Vos querés resultados ya, ahora. Lo que pasa es que quizá estás incómodo porque gobierna el peronismo, o porque estás donde estás, o porque sos anacrónico a pesar de tu edad.

¿Querés un eslogan que no citan tus fuentes?: "Braden o Perón", ése fue un eslogan. Y el 17 de Octubre una manifestación "populista" antes de los votos, vos que decís que el pueblo nunca triunfó.

Deseo que tu renombre no sea como "la cárcel y las cadenas" de José Mármol. Ojalá que no.

Mientras tanto te invito a seguir la máxima: REZÁ PERO SEGUÍ REMANDO HACIA LA ORILLA.

jueves, 27 de noviembre de 2008

¡Encantado! ¡Mucho gusto!

"...el asambleísta de Gualeguaychú..." (Crítica de la Argentina)
"...productor agropecuario de Gualeguaychú..." (El Día de Gualeguaychú)
"...un manifestante..." (Clarín)
"...dirigente ambientalista de Gualeguaychú..." (Perfil)
"...el productor entrerriano..." (La Nación)
"...este señor que no sé quién es..." (Héctor Ricardo García)

Desde la blogósfera se lo presentamos, antes que la tapa de hoy de los grandes diarios...

Blog Yo, Caníbal

Blog República Unida de la Soja

"Espero que se haga justicia. Lo que pasó es una muestra clara del autoritarismo de los Kirchner." (Alejandro Gaham, de D'Elía)

"Ahora no hay que carnearlo de antemano y carnear a todos los que están cerca. No seamos tan hipócritas y tan falsos." (Alejandro Gaham, de su angelical amigo)

domingo, 23 de noviembre de 2008

El enviado "especial" (o: Deseos, hechos e interpretación)

Con motivo de la asistencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la reunión del G-20, convocada por Bush a iniciativa de Sarkozy (Francia) y Brown (Reino Unido), para discutir sobre cuál es la respuesta adecuada a la situación actual y las reformas a realizar en el sistema financiero internacional a mediano y largo plazo para evitar que se repita una crisis como la presente, vemos en el diario La Nación el primero (y suficiente), de una serie de informes de su enviado "especial" -no sabemos si es porque fue sólo por ese motivo o por ser él "especial"- Martín Rodríguez Yebra, algunos de cuyos sesudos conceptos, reproducidos en negrita, intentaré interpretar:

1)
No será precisamente una llegada triunfal.
¿Por qué habría de serlo?

2)
Cuando aterrice hoy aquí con su receta...
Veamos cuál es la "receta de Cristina" según el "especial":

Trae preparado el reclamo de una reforma integral de los organismos multilaterales de crédito, especialmente del Fondo Monetario...


Traducido a los intereses del gobierno argentino, que aporte fondos frescos sin intervenir en la política interna de los países acreedores (deudores), indicaron fuentes oficiales.

Esta postura es acompañada, con matices, por Brasil y otros países emergentes. Y tiene bastante que ver con lo que pedirá el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy...

Lo de "otros países emergentes" son China e India por lo menos
y detrás de Sarkozy ¡la Comunidad Económica Europea! y Rusia, que declaró tener una posición muy cercana a Europa. Por lo visto "su receta" es bastante compartida. ¡Tipo confiable como para estimar la concurrencia a un acto del gobierno este Rodríguez!

3)
... la presidenta Cristina Kirchner se topará con señales sutiles de la irrelevancia en la que ha caído la Argentina en el mapa del poder durante los últimos años.

Es una lástima que el autor no nos aclare a cuántos años se refiere, para saber cómo es su mapa del poder mundial.
Empieza la autodenigración, que como decía Jauretche, nos quieren inculcar para que nos sintamos inferiores a sus mandantes.

Veamos cuáles son las dos "señales sutiles", a ojos de buen "enviado especial":

a)
ninguno de los jefes de gobierno del G-20 pidió cita con la delegación argentina. La Argentina sí solicitó audiencias, pero hasta ayer sólo el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva había confirmado un lugar en su agenda.

¿Cuál es el sentido de este comentario? ¿Tal vez que, según la especial visión del "especial" a Argentina la ningunean? ¿Nos interesa en realidad tener una entrevista bilateral, referida a este tema, con algún otro país más que con nuestro socio en el Mercosur? ¿Alguien se imagina que EEUU, cuando tiene un interés particular en alguna reunión, espera en actitud de "la tengo más grande" a que el otro la solicite?. Sigue la autodenigración y la diplomacia de barrio.

b)
la Argentina tendrá que soportar la presión de Estados Unidos y otros países industrializados para reducir, en el futuro, el número de participantes de este grupo informal. Sería uno de los primeros en quedar desafiliados si prosperara el plan.

De nuevo es una pena no saber cuál es la fuente de esta "revelación", ni cuáles los "otros países industrializados", ni por qué Argentina uno de los primeros. ¿De qué depende que prospere el plan? ¡Ilumínanos, Rodríguez, te pedimos! El "hombre de la bolsa" al lado tuyo es un poroto, de soja como te deben gustar.

4)
...la presidenta quiere pelear su cuota de protagonismo en esta primera escala...

Diría que la cuota de protagonismo la tiene desde que se decidió la reunión. Parece que el que estuvo peleando por eso fue Rodríguez Zapatero, que ingresó por la ventana a la reunión.

5)
la llegada de la Presidenta coincide con una andanada de comentarios negativos por parte de los principales analistas de Wall Street sobre el futuro económico del país.

¡Ah, bueno, si es por "los principales analistas de Wall Street" estamos jodidos!
¿De qué planeta especial trajeron a este "hombre de la bolsa especial", que va a cubrir la reunión por la crisis que no supieron prever esos analistas "especiales" que cita?

6)
La delegación argentina podrá consolarse con que la cumbre en sí misma empieza algo devaluada: fue convocada por un George W. Bush en retirada...

Debe ser opinión "especial", que no creo compartan el resto de los concurrentes, a juzgar por sus declaraciones (incluída la de Obama), y sacando la de Cristina cuya opinión no vale.
A propósito, "devaluada" también la usa Perfil en su comentario a esta noticia. Muchachos, ya que no su dignidad, conserven la riqueza del lenguaje. Equivalentes: rebajada, desvalorizada, menguada en su importancia, del mismo nivel que nuestra moral.

7)
Cristina Kirchner tiene intenciones de dialogar aquí con Sarkozy..., pero hasta ayer no había confirmación francesa...

Tampoco se prevé que haya esta vez un encuentro oficial con el español José Luis Rodríguez Zapatero.

¡Va a estar más sola que Bush en el Día del Amigo! ¡Es para deprimirse! ¡Rodríguez, pará que me convenciste: somos una bosta!
Aprendió bien el pibe. Si aún no lo fue, tal vez sea premiado por la Fundación Konex en un futuro cercano.

8)
Ayer le llegó un pedido de audiencia de la presidencia argentina al senador republicano Richard Lugar, que suena entre los nombres de la oposición que Obama podría integrar a su equipo de gobierno. La cita se prevé para hoy.
Lugar ha sido muy crítico de la política argentina hacia los Estados Unidos después de la airada reacción kirchnerista ante las investigaciones del FBI por el caso Antonini.

O sea que criticó la política argentina hacia EEUU "después" del caso Antonini. Curioso, ¿no?
Como se ve, el "especial" cumple con nombrar al protegido del FBI, aunque de una forma un poquitito forzada.
La cita, "pre-vista" sólo por Rodríguez, no se anunció oficialmente ni se encuentran comentarios "especiales" posteriores sobre la misma. Bueno, pero si no ¿cómo metía lo del "no extraditado"?

9)
Por la noche la Presidenta está invitada a la cena que ofrece Bush en la Casa Blanca a todos los dignatarios participantes de la cumbre y sus cónyuges. Cristina Kirchner irá sola: su esposo, el ex presidente, estará por entonces en la vecina Santiago de Chile. En su caso, sí, como disertante estrella en una cumbre de "líderes progresistas".

Sin comentarios. La frutilla del postre a cargo de este espécimen "especial".
Salivá, pibe, así buscamos el antídoto.

domingo, 16 de noviembre de 2008

La abuela Petrona (o: alta o baja pero…¡media!)

Nos llevaba a pasear a la plaza del centro, a mí y a mi hermana, cuando apenas habíamos aprendido a caminar; nos bancó nuestras rabietas muchas veces injustas, nuestro protagonismo de adolescencia, nuestras necesidades de guita a escondidas de mis viejos, actuando como Robin Hood ya que no tenía ingresos de dinero. Etcétera, etcétera, etcétera.

Así era mi abuela, como casi todas las abuelas de todos.

Estuvo siempre a nuestro lado porque siempre vivió con nosotros. Y así se fue en 1977, acompañada de los que la queríamos, en nuestra casa, en su cama, tal vez de la mejor manera: sin estridencias, dignamente, como suelen morirse los humildes.

Al contrario que ella, nunca estuve muy informado de su vida, salvo algunas preguntas curiosas, superficiales, de joven que vivía otra época. Sólo cuando fui madurando, con el tiempo y a través de mi viejo, conocí su historia, la que vino a mi memoria esta vez a raíz del conflicto con “el campo” y de los caceroleros “pro” y la quiero compartir con ustedes.

Es la década del ’40. En una estancia de la provincia de Buenos Aires trabaja desde hace años una criolla de rasgos aindiados, viuda joven de un vasco que fue peón en ese lugar, con el que tuvieron dos hijos, uno ya de unos doce años y el otro fallecido en un accidente doméstico a los cinco años.

Ella cumple fielmente tareas de cocinera y sirvienta de los propietarios, por lo que goza de su confianza y eso le permite educar a su hijo en la escuelita rural. Los maestros son un matrimonio mayor y severo: ella enseña de primero a tercer grado y él (rebenque siempre presente), de cuarto a sexto. A pesar de la imagen son buenos maestros y el niño adquiere una buena educación.

Pero hay un problema: el dueño tiene dos hijas casi de la misma edad que comparten juegos y otras inquietudes con el casi adolescente, lo que despierta el temor de la familia, por lo que el dueño decide que el niño debe continuar su educación y tener un mejor futuro en otro lugar, una ciudad grande situada a 300 km. de su estancia. Y hacia allí parten madre e hijo con sus pocas pertenencias, sus muchas esperanzas y una recomendación.

En la ciudad, ella continúa con el mismo trabajo en una pensión y logra ingresar a su hijo como pupilo en un Colegio de Artes y Oficios de los salesianos. El régimen era casi monacal, tenían materias técnicas y religiosas, hacían deportes y salían los fines de semana. Allí recibiría su educación secundaria y los conocimiento de la linotipista (el oficio de operar la linotipo, máquina que transformaba los textos tipeados en un teclado, en líneas de plomo tipo sellos que una vez compuestas se entintaban y sobre ellas se comprimía el papel para crear los diarios u otro soporte escrito).

Terminando la década del ’40 el joven finaliza sus estudios, consigue trabajo en un periódico local y fortalece su noviazgo, iniciado por cartas intercambiadas a escondidas en las misas de domingo, con una joven del barrio, hija de un matrimonio, ella italiana ama de casa y él vasco, ferroviario. A los dos años se casan jóvenes, con 20 y 17 años, y van a vivir a la pensión donde trabaja la madre de él.

Son otros tiempos, comienzan a florecer las industrias y así la gente postergada, los “cabecitas negras”, tienen la oportunidad de tener una vida mejor para ellos y sus hijos, que se transforman en comerciantes, empleados, operarios, técnicos, profesionales, dando origen a la clase media argentina.

En 1953 nace el autor de este post, que gracias al sacrificio de sus padres puede llegar a ser un profesional, ya que también, entre otras muchas cosas, la universidad está al alcance de todos.

Como pueden ver, esta es probablemente la historia de muchos de nosotros.

Y lo que la trajo a mi memoria es ver a una parte de esa clase media y sus hijos, parece que educados al efecto, apoyar irrestrictamente los intereses de un grupo de terratenientes y rentistas que son los mismos que se opusieron a su nacimiento como clase y que hoy, luego de hacerlos aparecer en sus citas mediáticas, los volverán a despreciar como siempre.

¿Puede valer tanto para esta clase media su supuesto ascenso en la escala social, que los averguenza su raíz común y reniegan de su pasado, de sus padres y abuelos, perdiendo así su identidad?

¿No se dan cuenta que terminan siendo abominados por los que comparten sus orígenes y por los supuestos mejores?

¿Cuáles son sus principios? ¿Cuál su modelo de país?

Por eso cuando veo a algunos periodistas con apellidos gallegos, polacos, italianos, que tienen entre sus antecesores a inmigrantes, me doy cuenta que vendieron su alma a algo material, miserable, porque su postura hoy significa la condena de muchos como sus padres, abuelos o bisabuelos.

Y son muy católicos, eso sí, o tratan de parecerlo. Pero lo que seguro son: cipayos hipócritas.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

La paz y el orden

Los rayos de sol de ese domingo apenas se filtraban entre la capa de nubes cuando bajé del auto para seguir caminando hasta el lugar donde siempre esperan mi visita mis familiares.

El ingreso al lugar tiene una arcada que atravesé y mientras caminaba noté el silencio, el orden y la limpieza del lugar, que muchos destacaban como un logro del intendente Prometeo Prolijo y que él mostraba orgulloso a los visitantes de otros barrios. Y era para prestar atención lo que había conseguido. Allí las numerosas personas que circulaban lo hacían en orden, sobre veredas perfectamente trazadas que los llevaban a su destino gracias a carteles indicadores de dos colores: verdes para los caminos y rojos para los que prohibían bajarse de las veredas, hablar en voz alta, correr, detenese a conversar interrumpiendo la circulación y varios más. Me pareció que los rojos eran bastantes más que los verdes. Acompañaban a los carteles las cámaras de seguridad y unos señores vestidos de gris como los antiguos empleados de correo o de ferrocarril, con cara de aburridos.

Por las veredas iba gente de toda clase durante los primeros metros, todos en silencio, a veces mirándose unos a otros con extrañeza como preguntándose que hacía el otro allí, siendo que todos iban por el mismo motivo. Pero eso duraba poco, porque enseguida los caminos se bifurcaban y algunos pocos se fueron hacia el grupo de casas más altas y lujosas revestidas de mármol, con un pararrayos extraño en sus techos que las destacaba de las demás.

El resto seguimos hacia el fondo del barrio, que estaba algo alejado, con las veredas un poco menos prolijas y como ya no había cámaras y sólo un señor de gris cuidando, se podía hablar un poco más con el resto, e incluso algunos caminaban debajo de la vereda y todos nos sonreíamos disimuladamente.

Así fuimos llegando cada uno a su lugar, todo de casitas bajas, humildes, algunas con patio de cemento y otras de tierra, pero con la suerte de que allí no importan tanto los lujos, tal vez por haber sido educados de esa manera o tal vez por haber pasado la vida sin haberlos tenido.

En cuanto a mí, estuve un rato largo con mis familiares, diciéndoles cuánto los extrañaba durante mis ausencias, recordando viejos tiempos y contándoles los cambios habidos. Me respondieron con su silencio que me sonó triste, por lo que supuse que no estaban muy felices con algunos de esos cambios. No dije más nada, me despedí de ellos y volví a desandar el camino, pero ya me intranquilizaban un poco ese silencio, ese orden y esa limpieza, porque me gusta que mis seres queridos se sientan felices.

Cuando llegué a la salida ví a la gente de las casas altas, pero ellos parecían más contentos, vaya a saber uno por qué. Atravesé la arcada antes que ellos y camino a mi auto me di vuelta para leer la frase del frente: “AQUÍ DESCANSAN LOS QUE NOS PRECEDIERON”.